El número uno sigue vivo con dudas y de milagro (3-6, 7-6, 7-6)

Alcaraz sale de su enredo y vence a Hurkacz para entrar en cuartos de Toronto

Carlos Alcaraz superó, remontada y enredo incluidos, a Hubert Hurkacz, y se mete en cuartos de final del Masters 1000 de Toronto

Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz celebra la victoria en Toronto. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Alcaraz accede a los cuartos de final del Masters 1000 de Toronto con un triunfo que vuelve a demostrar que no está en su mejor condición, en lo que a confianza se refiere, pero que sigue sacando los partidos adelante por pura determinación. Por segundo día consecutivo, Carlitos venció (3-6, 7-6, 7-6) pese a mostrarse gris en el inicio y en esta ocasión perdiendo incluso el primer set ante Hubert Hurkacz y necesitando del tie-break en el segundo y del tercero, tras un enredo inverosímil que le hizo pasar del 5-2 y servicio a necesitar de la muerte súbita para sellar el pase a la antepenúltima ronda en Toronto, en la que se medirá al ganador del duelo entre Tommy Paul y Marcos Giron.

Alcaraz no logró precisamente una victoria ‘de manual’, como le diría a su ídolo, Fernando Alonso, aunque sí supo esperar su momento en el segundo set, sin cegarse por la presión de estar al límite de la derrota. Verse en gran ventaja en el tercero propició su relajación y cuando servía para el triunfo con 5-2, comenzó una debacle inexplicable para el propio Carlos, que preguntaba a su banquillo –¿¡Qué me pasa?!– mientras trataba de encontrar una solución encontrada en el tie-break del tercero, en el que tras el susto y dos horas y media después del primer punto, pudo sellar la victoria y el pase a cuartos.

Hurkacz comenzó mejor y penalizó el inicio relajado de partido de un Carlos que se dejaba su servicio nada más empezar ante uno de los mejores sacadores del circuito. El resultado en el primer set, al que colaboró un nivel continuado sobresaliente de Hubert al saque, fue de 6-3 favorable al polaco, quien con su juego pragmático ponía contra las cuerdas al número uno.

Alcaraz, el despertar del campeón

Alcaraz estaba herido en su orgullo y activó su maquinaria a través de gritos, casi en cada punto, que tuvieron el doble valor de enganchar al público y a sí mismo. Hurkacz comenzó rompiendo el saque de Carlos el segundo set, pero el murciano pronto le devolvería la rotura, mostrando al polaco que no era infranqueable con el saque, sobre todo si el murciano podía restarle y hacerlo a la zona de revés, donde Hubert sufre mucho más.

Desde ahí, intercambios de nivel en los que Carlos casi siempre fue mejor, en todo menos en el servicio, con el que el polaco se fue salvando una y otra vez hasta llegar a un tie-break donde se demostró la determinación de un lado y cierta condición de inferioridad de un Hurkacz que no pareció creer que estaba a un puñado escaso de puntos de meterse en cuartos de Toronto eliminando a Alcaraz, que ponía las cosas en su sitio y se disponía a despegar en el tercer set.

Alcaraz tuvo que ganar dos veces

El público comenzó a disfrutar de los golpes prohibidos de Alcaraz, quien con el manual del vencedor en la mano, rompió a la segunda el servicio de un Hurkacz desdibujado sobre la pista. A este primer break le persiguió un segundo que parecía sentenciar una contienda, que, sin embargo, iba a dar mucho más de sí por un escenario incomprensible al que ni el más pesimista podía acudir en su imaginación.

Alcaraz lo tenía todo para vencer de forma sencilla, con el manual en la mano, pero lo que comenzó a acumular fue un fallo detrás de otro, sobre todo con una derecha descontrolada de forma repentina, lo que Hurkacz aprovechó para meterse de lleno en un partido que tenía perdido. Del 5-2 y saque a un peligroso 6-5 a favor del polaco, quien, por suerte para Alcaraz, no tiene entre sus facetas destacadas la de destacar, valga la redundancia, en los momentos decisivos. Lo mostró en el tie-break del segundo, y lo confirmó al tener contra las cuerdas a Carlos y dejarle escapar para que, de nuevo en la muerte súbita, el español sellara su pase de manera casi incomprensible a los cuartos de Toronto. No de la mejor manera, pero la candidatura al título del número uno sigue viva.

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